Batimóvil que apareció en las películas Batman (1989) y Batman Returns (1992) protagonizadas por Michael Keaton y dirigidas por Tim Burton. Este vehículo es considerado por muchos como la mejor versión de la saga.

La inspiración para crearlo provino de las historietas más oscuras del personaje. Con esa idea en la cabeza, Tim Burton encargó a Anton Furst –reconocido diseñador de producción y director artístico– crear el auto que conduciría el héroe encapuchado durante los filmes.
Literalmente, este auto fue fabricado de forma artesanal utilizando piezas de fibra de vidrio y estructuras de coches ya existentes. Puntualmente, se adaptaron dos chasis de Chevy Impala, el motor V8 de otro Chevy, neumáticos especiales de carreras y, por supuesto, se incluyeron un montón de accesorios y características propias del género de ciencia ficción.
El resultado fue un vehículo completamente gótico que incluía, entre otras cosas:
Turbina de avión
Metralletas retráctiles en los costados
Sistema de blindaje antirrobo tipo armadura
Proyectil especial en la nariz
Pie fijo central para girar con rapidez
Carrocería desprendible hacia los costados para convertirse en una bala aerodinámica
En cuanto a la potencia, las características son:
Aceleración: 0 a 100 km/h en 3.7 segundos
Velocidad máxima: 530 km/h
Motor: V8 (turbina en la película)
Torque: 1.750 lb-ft

Aunque para muchos el Tumbler de la trilogía de Cristopher Nolan es el modelo más imponente, el utilizado por Tim Burton conserva una estética especial que lo hace lucir espectacular incluso en nuestros días.
La réplicas a escala más destacadas son:


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