¿Cómo poner precio a tu colección?

Hasta hace unos 35 años, la mayoría de los modelos diecast (metal fundido a presión) se fabricaban principalmente como juguetes. Fueron diseñados para jugar con ellos y, como resultado, la mayoría sufrió daños en la pintura o algo peor. Los coleccionistas adultos querrán que sus modelos estén en las mejores condiciones posibles, por lo que esto se ha convertido en un factor importante a la hora de determinar el valor de un artículo en particular, junto con su rareza.

A menudo se encuentra el término "Nuevo y En Caja" (NIB, por sus siglas en inglés) utilizado con respecto a los modelos diecast que se ofrecen a la venta. Esta expresión hace referencia a los modelos con los que nunca se ha jugado y que están tal y como salieron de fábrica. El modelo debe estar completo y sin daños de pintura. Asimismo, la caja debe estar en perfectas condiciones, sin rozaduras, arrugas, roturas o solapas faltantes.

Obviamente, para un modelo que tiene, digamos, 50 años, haber sobrevivido en tales condiciones es raro, lo que le otorga un valor más alto. Las diversas guías de precios, como el Ramsay’s British Diecast Model Toys Catalogue, publicado por Warners Group Publications, siempre cotizan productos nuevos y toman como referencia los valores máximos alcanzados en subastas especializadas o los precios obtenidos por vendedores independientes a lo largo de los años.

Sin embargo, los modelos nuevos y en caja son una minoría, aunque a veces sorprende saber cuántos han sobrevivido durante tantos años en tan buenas condiciones. La mayoría de los modelos más antiguos no serán perfectos y, aunque sigan teniendo valor, este será una fracción del referencial máximo.

Por ejemplo, el precio puede disminuir entre un 20% y un 40% si la caja o el modelo muestran lijeros signos de daño. Del mismo modo, si el modelo está realmente impecable, pero sin caja, estamos hablando de un 70% del valor máximo. Puede parecer una locura que el embalaje constituya una proporción tan alta del valor total, pero contribuye considerablemente a la rareza del modelo. Por otra parte, un defecto grave de pintura, un daño en la estructura o la falta de piezas puede reducir el valor a sólo el 10% del precio original.

Modelos restaurados

Los modelos repintados o restaurados son otra cuestión. Incluso un repintado de alta calidad se puede reconocer con bastante facilidad: los remaches rotos, el exceso o falta de pintura delatan el juego. Un modelo así podría valer hasta un 20-30% del precio máximo, aunque normalmente poco más que un modelo original en mal estado.

Antiguo no es sinónimo de valioso

No todos los modelos raros, incluso en perfecto estado y en caja, tendrán un valor alto. Hay ciertos modelos que no son deseables en ninguna condición: me viene a la mente el poco atractivo Dinky Toys Elevator Loader. Algunos, como los conocidos Corgi Toys James Bond, Aston Martin o Batmobile, son comunes en condiciones de uso, lo cual no es sorprendente considerando cuántos se fabricaron, pero son raros en excelentes condiciones y en caja, por lo que habrá una amplia gama de valores.

En cuanto a los modelos más recientes, la mayoría de los producidos habrán sobrevivido, y la mayoría todavía están nuevos y en caja. Modelos de Yesteryear, Lledo Days Gone, Corgi Classics y similares tienen poco valor a menos que estén en perfecto estado, en cajas perfectas. Del mismo modo, pocos pueden considerarse realmente “raros”. Hay excepciones, pero el cambio en la moda del coleccionismo también servirá para mantener el valor de muchos de ellos en poco más de lo que se pagó por ellos originalmente.

Si tiene una gran colección de la que deshacerse, la mejor opción sería anunciarla en una casa de subastas especializada, de existir alguna en su país. Si no es el caso, lo más conveniente y sencillo será buscar productos similares en eBay. Eso le dará una referencia clara de cuánto puede valer un determinado producto, dependiendo de su condición. Luego de definir el precio, puede anunciarlos en diversos Marketplace. Otra opción válida es llevar los modelos a una feria de juguetes y ofrecerlos al público. Si elige esta alternativa, debe tener en cuenta que los productos sufrirán cierto desgaste debido a la manipulación tanto suya como de los potenciales compradores.

Para que el coleccionista comprenda realmente la relación entre condición y valor no hay nada que pueda sustituir a la experiencia. Visitar ferias de juguetes, observar los precios de las subastas, observar lo que se ofrece, hablar, comprar y vender a distribuidores acreditados aumentará su conocimiento. Pero recuerda, el valor del artículo para ti es lo más importante. El modelo puede valer cientos de dólares, pero si no te gusta o no estás interesado en él, eso repercutirá en el precio final.

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